Las dificultades de accesibilidad a una vivienda en propiedad y la falta de promociones de obra nueva en el centro de las grandes ciudades españolas están agudizando el ingenio de los urbanitas, que están encontrando solución en la reconversión de locales comerciales en viviendas. Las licencias de este tipo se están triplicando en ciudades como Madrid y Barcelona.
Los locales comerciales se perfilan como solución al problema habitacional de algunas grandes ciudades. Ante las dificultades de accesibilidad a una vivienda en propiedad y la falta de promociones de obra nueva en el centro de las grandes ciudades, la reconversión de locales y oficinas en viviendas cada vez gana más adeptos.
El origen del uso de un local como vivienda proviene de Estados Unidos, concretamente, de Nueva York, donde ya en los años 50 los jóvenes estudiantes y los artistas de la ciudad con poco poder adquisitivo vieron en tiendas y almacenes una gran oportunidad de abaratar sus alquileres y, de paso, montar su taller en casa. Con el tiempo, se han acabado construyendo lofts y residencias prime en algunos de estos locales, reformados con aire vanguardista.
En España, el 20% de los locales ubicados en las grandes urbes del país son susceptibles de ser convertidos en vivienda realizando un cambio de uso. Este nuevo tipo de residencia cuenta con una superficie media que oscila entre los 60 y 70 metros cuadrados, y en su interior suele contar con una o dos habitaciones, un baño y una cocina integrada en el salón. La buena ubicación y los costes son los grandes atractivos para quien apuesta por este tipo de vivienda.
“La conversión de un local comercial en vivienda es una tendencia al alza en España. La demanda inmobiliaria busca alternativas asequibles para acceder a la vivienda en ubicaciones céntricas de las grandes ciudades. La reconversión de este tipo de espacios, por tanto, es una gran oportunidad para el comprador o inversor y también para el sector, que ve cómo la oferta residencial disponible aumenta en otro formato de vivienda poco extendido hasta el momento y que tendrá mucho recorrido en el futuro inmediato”, apunta Carles Rodríguez, CEO y fundador de Global Projects.
El proceso necesario para culminar la reforma empieza por contratar a un arquitecto para la redacción de un proyecto técnico, más el trámite para realizar el cambio de uso del local, se sitúa en torno a los 2.000 euros. Tras este primer desembolso, llega la reforma. Según la calidad de los materiales empleados, el presupuesto mínimo es de 50.000 euros para una superficie media de alrededor de 65 metros cuadrados, lo que supone un coste medio de 800 euros/m2.
Por otro lado, el tiempo medio que requiere una reforma de este tipo oscila entre los dos y tres meses. En este sentido, los plazos de las obras se asemejan mucho al de la reforma de una vivienda al uso, que se sitúa en torno a los 100 días, pero es superior al tiempo necesario en otro tipo de bienes inmuebles como los locales comerciales o las oficinas: entre 33 y 56 días en el caso de un local y entre 56 y 70 días cuando se trata de la reforma de unas oficinas.
En España, en Madrid y Barcelona en lo que va de año 2019, se ha triplicado la demanda en comparación con los últimos los últimos tres años.
Fuente. Eje prime