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En nuestra idea de acercaros la riqueza arquitectónica de Madrid, hoy os vamos a hablar de un edificio emblemático y conocido, situado en la confluencia de las céntricas calles Alcalá y la Gran Vía. Un lugar lleno de historia y anécdotas, que seguro no os deja indiferentes la próxima vez que paséis junto a él. ¿Todavía no lo habéis ubicado? Hablamos del edificio Metrópolis.

Una de las imágenes más icónicas de Madrid

El edificio Metrópolis suele aparecer en numerosas fotografías, postales e imágenes icónicas de Madrid por su ubicación privilegiada y por ser además, uno de los más bonitos de la ciudad. Para ser exactos, se encuentra en el número 39 de la calle Alcalá, aunque erróneamente se le asocia con el comienzo de la Gran Vía. Pintores como Antonio López lo han retratado en sus cuadros y a diario turistas y visitantes se hacen selfies en su fachada, que por la noche se ilumina con más de 200 puntos de luz. Además, el edificio Metrópoli es el más retratado desde la azotea del Círculo de Bellas Artes, edificio muy cercano y concurrido y del que ya os hablamos en otro post. Sin embargo, más allá de su fachada, el edificio Metrópolis esconde interesantes anécdotas y curiosidades que hoy queremos contarte.

Como curiosidad, contaros que el edificio nació durante la construcción de la Gran Vía a comienzos del siglo XX, donde anteriormente se encontraba un inmueble llamado la “casa del ataúd” (llamada así porque era muy estrecha), y durante varios años fue el edificio más alto de Madrid.

El primer semáforo en España

En Madrid hoy en día hay más de 130.000, y estamos tan acostumbrados a verlos que no le damos importancia, pero ¿sabíais que el primer semáforo de España se colocó justo aquí, el 17 de marzo de 1926, delante del edificio Metrópoli? Su función era regular el tráfico entre la calle Alcalá y la Gran Vía. En ese momento se llamaba “farola de señales luminosas” o “faros luminosos” y junto al del edificio Metrópoli se colocaron otros dos también en la calle Alcalá para regular el paso de los tranvías. Este semáforo ya funcionaba con las 3 luces de colores (verde, ámbar y rojo) y era horizontal, tal y como se puede apreciar en algunas fotografías de la época.
En ese momento, en las calles de Madrid convivían los primeros vehículos a motor con carros tirados por animales, peatones y tranvías, ¡un auténtico caos que intentaban regular los guardias urbanos! De esta época también son los primeros reglamentos de tráfico y normas de circulación, porque los accidentes y atropellos estaban a la orden del día.

La Victoria alada

Aunque la obra fue dirigida por el español Luis Esteve, el edificio es un proyecto de los arquitectos franceses Jules y Raimond Fevrier, colocando la primera piedra en 1907 y finalizando las obras en 1911. Como curiosidad, fue uno de los primeros edificios construidos en hormigón armado en Madrid, aunque la facha está revestida con una rica ornamentación muy al gusto francés de la época. La cúpula fue coronada con un Ave Fénix, símbolo de compañía de seguros La Unión y el Fénix, que fue la primera propietaria del edificio hasta que al pasar a manos de la aseguradora Metrópolis fue sustituida por la Victoria Alada actual. Sin embargo, la escultura originaria se puede ver todavía en el Paseo de la Castellana 33, en el jardín de la sede de Mutua Madrileña.

La Casa Maumejean y el escultor español Mariano Benlliure

Aunque su fachada es espectacular, el interior del edificio también tiene una riqueza ornamental que merece destacar. Un ejemplo de ello son sus numerosas vidrieras, que fueron realizadas por la Casa Maumejean, que también es la autora en Madrid de las vidrieras del Casino, el Hotel Palace, el Banco de España o el Hospital de Maudes, entre otras. Si volvemos al exterior, en su fachada destacan diferentes grupos escultóricos. Las esculturas bajo la cúpula son obra de Mariano Benlliure y representan a la familia, y más abajo hay otro grupo simbolizando el Comercio, la Agricultura, la Industria y la Minería, obra de Charles René de Paul de Saint Marceaux y Luis Eugène Lambert.

La Cafetería Dólar

En la actualidad, la planta baja y la primera están alquiladas al Banco Santander, pero con anterioridad hubo una cafetería allí llamada Dólar, que fue conocida por su cocinera, Nieves Salgado a la plancha. La cafetería era muy frecuentada en la ciudad porque allí solían acudir los periodistas que cubrían la actualidad del Ayuntamiento y los considerados “Cronistas de la Villa”.

Seguro que, con todos estos datos, ¡la próxima vez que pases por esta céntrica zona de Madrid ves el edificio Metrópolis con otros ojos!

© Fotografías: varios autores

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